El buen estado y funcionamiento de los sistemas de información de una empresa, son necesarios para el buen desarrollo de la misma. Como si del propio corazón de la empresa se tratase, debemos de cuidar la seguridad de nuestra TI y para ello, lo más recomendado es contar con un plan director de seguridad.
Gracias a este plan director de seguridad, podremos analizar la seguridad de nuestra empresa y, por lo tanto, tomar las medidas pertinentes para poder mejorar dicha seguridad y que por lo tanto, nuestros datos y sistemas estén libres de los amantes de lo ajeno.
¿Qué pasos hay que seguir?
Un plan director de seguridad TI, contará con tres pasos fundamentales. El primero, ya lo hemos visto, se trata de analizar la seguridad de la empresa en sus diferentes activos. Una vez conocida esta seguridad, marcaremos los objetivos y estrategias necesarios a nivel organizativo para, por último, establecer la dirección a tomar hasta llegar a estos objetivos marcados.
Dentro de todo este análisis, se han de reconocer nuestros puntos débiles y los riesgos principales a los que estamos expuestos en el caso de vulnerabilidad. Una vez que tengamos todo esto, se valorará la importancia al detalle de cada uno de ellos y, por lo tanto, se establecerán una serie de prioridades para poder atender y mejorar a cada uno de estos problemas de forma independiente.
Teniendo en cuenta esto, se llevarán a cabo las medidas pertinentes para acabar con dichos problemas, como por ejemplo las salvaguardas a implantar o los controles necesarios que nos permitan conocer el estado de nuestros sistemas.
Protegernos ante toda clase de problemas, nos permitirá el poder seguir desarrollando la actividad de nuestro negocio de forma ininterrumpida, además de poder seguir teniendo clasificada información de vital importancia. Esto último es especialmente importante, debido a las fuertes sanciones que existen actualmente por la pérdida de la información. Los datos de nuestros clientes, además de servirnos como motor de funcionamiento para nuestra empresa, pueden suponer un problema en el caso de que sean robados o extraviados, por lo que se hace necesario protegerlos ante todo problema que se pueda dar.