El análisis de riesgos de tus equipos informáticos es necesario para saber cuáles son las principales vulnerabilidades de sus activos de información y así poder establecer las medidas preventivas que puedan garantizar mayores niveles de seguridad en la información.
La identificación de los activos de información es uno de los primeros pasos que se deben llevar a cabo a la hora de analizar los posibles riesgos TI de tu empresa. Esto último supone reconocer todos los recursos involucrados en la gestión de la propia información, que puede abarcar desde los datos y hardware hasta los recursos humanos y los documentos escritos.
En estos casos, una amenaza se podría definir como un evento que afectaría a este tipo de activos y que más puedan estar vinculados con el recurso humano, fallas técnicas o eventos naturales. Algunos de estos ejemplos pueden ser ataques informáticos externos, omisiones del personal de la propia empresa, infecciones con malware o, incluso, sobrecargas en el fluido eléctrico.
Mayor seguridad analizando los riesgos TI de tu empresa
En aras de que tu empresa pueda tomar las decisiones adecuadas sobre cómo actuar ante los posibles riesgos es necesario hacer una valoración que determine cuáles son los aspectos más críticos para el propio negocio. La valoración del impacto puede medirse en función de muy diversos factores como pueda ser la pérdida económica sufrida, la reputación de la propia empresa o daños de la información.
Una vez se han evaluado los riesgos involucrados, se debe determinar un nivel de seguridad mínimo que permita el desarrollo de indicadores operacionales a partir de los cuales se pueda medir y evaluar la situación. Los resultados obtenidos del análisis permitirán aplicar determinados métodos para el tratamiento de los propios riesgos, que pueda involucrar la identificación del conjunto de opciones existentes para poder tratar los riesgos, evaluarlos, preparar planes para ese tratamiento y ejecutarlos.
Hay cinco elementos que son primordiales a la hora de analizar los riesgos de tus sistemas TI. Por un lado, se encuentra el factor probabilidad de ocurrencia de las propias amenazas, el cual puede realizarse de manera cuantitativa o cualitativa, pero siempre considerando las posibilidades de que exista la propia amenaza, independientemente de que sea o no contrarrestada. Otros de los elementos a tener en cuenta son las propias amenazas y las vulnerabilidades antes citadas. Las primeras se refieren a aquellas acciones que pueden generar consecuencias negativas en la operativa de la propia organización. Por su parte, las vulnerabilidades facilitan que las amenazas se lleguen a producir.
Otro punto importante son los activos a reconocer relacionados con los sistemas de información como pueden ser datos, software, hardware, documentos, recursos humanos y edificios. Las pérdidas generales que se derivan de las amenazas pueden o no ser financieras, así como a largo o corto plazo.
Para reforzar la protección de un activo tan valioso para la empresa como es la información, es preciso restringir el acceso a las personas y archivos. Asegurarse de que los operadores pueden trabajar, pero no modificar los programas ni los archivos que no correspondan sin una supervisión minuciosa al respecto. Igualmente, sería interesante organizar a cada uno de los empleados por jerarquía informática. Es preciso actualizar de manera constante las contraseñas de accesos a los sistemas de cómputo.
El análisis de riesgos garantizará a tu empresa la máxima seguridad al tener identificadas las amenazas que puedan afectar a los sistemas TI.